Las redes de saneamiento de aguas residuales, que están siendo ahí detrás, más allá de nuestra visión, ayudándonos a lidiar eficazmente con todos esos residuos que hace unos siglos se acumulaban y provocaban todo tipo de enfermedades, son muy complejas desde el punto de vista técnico. No obstante, también lo son desde el punto de vista legal, pues existen algunas circunstancias que generan muchas dudas. Es el caso de las tuberías privativas de los edificios. ¿En qué se diferencian de las clásicas tuberías comunitarias de toda la vida?
Qué son las tuberías privativas
Comencemos por los cimientos. ¿Qué son las tuberías privativas? Pues básicamente aquellas tuberías que cumplen alguna de estas tres condiciones claves. La primera de ellas es que dichas tuberías presten servicio únicamente a un propietario del edificio. Incluso si parte de ellas transcurren a lo largo de los espacios comunes del mismo. La segunda es que se encuentre dentro de la superficie útil de la vivienda de un propietario y solo le proporcione servicio a él. La tercera es que la llave de paso esté dentro de la vivienda y sea servicio exclusivo.
Diferencia entre bajantes comunitarios y privativos
En ese sentido, y como hemos analizado en las líneas anteriores, los dos aspectos esenciales que determinan el carácter privativo o no de una tubería o de una bajante son el servicio exclusivo y la localización de la misma. Las comunitarias, por el contrario, proporcionan servicio a todos o a buena parte de las viviendas que se ubican en un edificio. Además, suelen recorrer espacios comunes hasta llegar a cada una de las viviendas por separado. Así encontramos por ejemplo tuberías de calefacción comunitarias o privativas. Continuemos.
De quién es este tipo de bajante privativo hasta el contador
El hecho de que una vivienda cuenta con una bajante privativa no es un servicio premium ni nada parecido. Es una cuestión de la manera en la que el edificio fue construido. En principio, para el propietario de la vivienda que cuenta con una bajante privativa puede sonar mejor tener una para sí mismo y no tener que compartirla con los demás propietarios del edificio. Sin embargo, esto también puede jugar en su contra cuando se producen averías. Porque los seguros cubren unas bajantes u otras en función de la naturaleza de la póliza.
Quién se encarga si hay un atasco
Así, no es lo mismo la solución que recibiremos a un atasco privativo o comunitario. Cuando tiene lugar el primero, la responsabilidad de la reparación recae sobre el propietario de la vivienda, así como de todos los daños que la incidencia pueda provocar en terceros. De ahí que para quienes tienen tuberías privativas sea tan sumamente importante disponer de un seguro del hogar de calidad con amplias coberturas. En caso de que la tubería sea comunitaria será el seguro de la comunidad el que se encargue de su reparación.
¿La tubería de la calefacción es comunitaria?
Depende. Existen tuberías de calefacción general que discurren por todo el edificio hasta cada una de las viviendas. Esas, incluso aunque parte de la tubería entre en la vivienda particular, como es lógico, para alcanzar los radiadores, se considerará comunitaria. Por el contrario, si el edificio no cuenta con instalación para la calefacción y un particular desarrolla una instalación privada para disfrutar del servicio de calefacción de manera privada, estaríamos hablando de una tubería de calefacción privativa. Los matices son importantes.