Si no estás familiarizado con los términos utilizados dentro de la industria de los desatascos y de la pocería, es muy probable que el concepto “albañal” te suene a chino.
¿Pero qué es exactamente un albañal y por qué es tan importante? Sigue leyendo para descubrirlo.
Qué es un albañal: definición
Un albañal es un tubo o conducto subterráneo que se utiliza para el drenaje de aguas residuales y pluviales. Pueden estar presentes en infraestructuras públicas y privadas, incluyendo hogares, empresas, y ciudades enteras.
Cuál es el origen del albañal
El uso de albañales se remonta a las antiguas civilizaciones, con las primeras evidencias encontradas en la civilización del Valle del Indo alrededor del año 2600 a.C.
En el siglo XIX, los sistemas de albañales se volvieron más comunes, especialmente en las ciudades en crecimiento, como una forma de mantener las áreas urbanas limpias y saludables.
En Madrid, los albañales son una parte integral de nuestra infraestructura, asegurando que el agua fluya de manera eficiente y segura.
De qué material está hecho un tubo albañal
Una característica crucial de los albañales es el material del que están hechos. Este componente puede influir considerablemente en la durabilidad, eficiencia y mantenimiento de estos tubos.
Entre los materiales más utilizados en la fabricación de este elemento encontramos el hormigón, fibrocemento, policloruro de vinilo (PVC) y material cerámico como el gres.
Veamos cada uno de ellos con más detalle.
Hormigón
El hormigón es un material ampliamente reconocido por su fuerza y durabilidad, razones por las que es comúnmente elegido para la fabricación de tubos de albañal de gran tamaño.
Los albañales de hormigón tienen la capacidad de soportar pesos considerables, lo que los hace aptos para su instalación incluso en zonas de tráfico pesado.
Además, su resistencia al desgaste garantiza que pueden mantener su funcionalidad durante largos periodos, lo que los hace económicamente viables a largo plazo.
Fibrocemento
El fibrocemento, una combinación de cemento y fibras de refuerzo, es otro material popularmente utilizado en la construcción de tubos de albañal.
Su fortaleza radica en su resistencia a la corrosión, lo que lo hace particularmente efectivo para el manejo de aguas residuales, que pueden ser químicamente agresivas.
Los tubos de albañal de fibrocemento suelen ser fáciles de instalar debido a su peso relativamente ligero en comparación con los tubos de hormigón.
Policloruro de vinilo (PVC)
Los tubos de albañal hechos de policloruro de vinilo, más conocidos como PVC, son especialmente valorados por su resistencia a la corrosión y su durabilidad.
Además, el PVC es un material ligero, lo que facilita su transporte e instalación, especialmente en áreas de difícil acceso.
Por otra parte, su resistencia al agua y a los productos químicos lo convierte en una opción óptima para aplicaciones de drenaje en hogares y edificios comerciales.
Material cerámico: gres
El gres es un tipo de cerámica particularmente resistente a la abrasión, lo que le confiere una vida útil considerablemente larga.
Los tubos de albañal hechos de gres son resistentes al calor, a la corrosión y a los productos químicos, haciéndolos adecuados para diversas aplicaciones de drenaje.
A pesar de su resistencia, estos tubos pueden ser más delicados durante la instalación y pueden requerir una manipulación cuidadosa para evitar daños.
Principales usos del albañal
Los albañales juegan un papel fundamental en el manejo eficiente de las aguas residuales y pluviales en diversas aplicaciones. Su uso no está limitado únicamente a la infraestructura de una ciudad, sino que también se extiende a los sistemas de drenaje en construcciones residenciales y comerciales.
Examinemos con más detalle cómo se utilizan estos conductos en los campos de la construcción, el drenaje pluvial, el desagüe y los sistemas sanitarios.
Construcción
En la construcción, los albañales son una pieza clave en la infraestructura de cualquier edificio. Se utilizan para desviar las aguas residuales y pluviales lejos del edificio, evitando así potenciales daños estructurales y garantizando la comodidad y seguridad de sus ocupantes.
Además, en la fase de diseño y planificación se deben considerar varios factores, como la ubicación de los albañales y la selección del material más adecuado para ellos.
Pluvial
En el contexto pluvial, los albañales se utilizan para gestionar eficazmente el agua de lluvia. Los sistemas de drenaje pluvial recogen el agua de las precipitaciones desde las superficies del techo y las zonas pavimentadas, y la conducen a través de albañales hasta lugares seguros, normalmente un sistema de drenaje municipal o un cuerpo de agua cercano.
Por lo tanto, este sistema es crucial para prevenir inundaciones y minimizar el daño del agua en las estructuras y propiedades.
Desagüe
Los albañales también se utilizan en sistemas de desagüe, conduciendo las aguas residuales desde las propiedades residenciales y comerciales hasta las instalaciones de tratamiento de aguas residuales.
Esto incluye tanto las aguas grises, que provienen de fuentes como lavabos y duchas, como las aguas negras, que contienen residuos humanos.
El manejo adecuado de estos desechos es esencial para mantener la salud pública y proteger el medio ambiente, por ello está regulado por la normativa de desagües en las viviendas.
Sanitario
Finalmente, los albañales juegan un papel importante en los sistemas sanitarios, transportando las aguas residuales desde los hogares y otros edificios hacia las plantas de tratamiento de agua.
Aquí, estos desechos son tratados y purificados antes de ser devueltos al medio ambiente, lo que evita la contaminación del agua y la propagación de enfermedades.
Cuánto mide un tubo de albañal
El tamaño de un tubo de albañal puede variar significativamente dependiendo de su propósito y ubicación.
En general, los tubos de albañal en las viviendas pueden tener un diámetro de entre 100 y 200 milímetros, mientras que los utilizados en las infraestructuras municipales pueden llegar a tener hasta varios metros de diámetro.
Diferencia entre albañal y colector
Los términos «albañal» y «colector» a menudo pueden confundirse. Entender en qué se diferencian es clave para comprender la infraestructura del manejo de aguas y planificar adecuadamente el mantenimiento o la instalación de estas estructuras.
Un albañal se refiere a un conducto que transporta aguas residuales y pluviales desde un solo punto de origen, como una vivienda o un edificio comercial.
En contraste, un colector es un conducto de mayor envergadura que recopila agua de múltiples albañales y la conduce hacia las instalaciones de tratamiento de agua o puntos de desembocadura seguros.
Como tal, un colector tiene una capacidad de manejo de agua significativamente mayor que un albañal.
En resumen, los albañales son una parte esencial de nuestro sistema de infraestructura, y su cuidado y mantenimiento son vitales para la salud y seguridad de nuestras ciudades y hogares. ¿Quieres saber más o comprobar que el tuyo se encuentra en buen estado? Entonces no dudes en contactar con nuestra empresa de pocería en Madrid. Estaremos encantados de asesorarte y echarte una mano.