Las tuberías no son eternas ni invulnerables: en algún punto comienzan a sufrir incidencias que ponen en riesgo la normal actividad de la red de saneamiento y por tanto la salubridad de la vivienda. Además, también existen ocasiones en las que se descubre que las tuberías de un inmueble están fabricadas con uralita de amianto. En esos casos también toca intervenir. Pero la solución no pasa exclusivamente por la retirada de la tubería y la instalación de una nueva. Ni siquiera por la reparación. Porque también tenemos el encamisado.
Qué es el encamisado de tuberías
¿No sabes en qué consiste esta técnica? Básicamente el encamisado de tuberías de saneamiento consiste en introducir una tubería algo más pequeña dentro de la tubería que se encuentra dañada o que contiene amianto. De esa manera el agua circulará a partir de ahora a través de la tubería nueva, que se encuentra en perfectas condiciones y sin fugas, además de ser inofensiva para la salud de las personas. Es una técnica que permite ahorrar mucho tiempo, mucho esfuerzo, muchas molestias y mucho dinero. De ahí lo extendida que está.
Qué tipo de tubería se puede encamisar
Se puede obtener una tubería encamisada a partir de casi cualquier tubería. Y decimos casi porque existe la limitación del diámetro: si una tubería tiene un diámetro mínimo no podremos fabricar e introducir una aún más pequeña en su interior. Por lo demás, la técnica del encamisado supone una posibilidad estupenda en todos los casos. Eso sí, es una intervención que debemos realizar los profesionales, especialmente si hubiera amianto de por medio. La tubería interior debe quedar perfectamente encajada en la vieja. Pero perfectamente.
Instalación de piscinas
Las piscinas necesitan tuberías para poder funcionar correctamente. Y, como ocurre con cualquier otro tipo de tubería, estas pueden fallar en algún momento como consecuencia de una avería o del propio paso del tiempo. En lugar de abrir una zanja para repararla o para poder retirarla, los profesionales de la pocería podemos utilizar tecnologías no invasivas para crear una nueva tubería dentro de la tubería dañada sin necesidad de abrir una zanja ni desarrollar obras en la zona. ¿Ves lo conveniente que es? Elimina muchas molestias.
Conductos de gas
El encamisado de las tuberías de la piscina es solo un ejemplo de la aplicación de este técnica a las tuberías de saneamiento. Sin embargo, es una técnica que puede implementarse sobre todas las tuberías de dicha red, además de sobre tuberías de la red de abastecimiento de agua potable. Pero hay más. ¿Sabías que puede realizarse también el encamisado de la tubería de gas? A fin de cuentas, el gas se comporta en ese sentido como un líquido: si hay un tubo más pequeño aislado se desplazará a través de este. Esa es la clave.
Cómo se encamisa una tubería
El encamisado se produce a través de una manga. Esta se introduce en la red de saneamiento de aguas residuales, en la red de abastecimiento de agua potable o en la red de la calefacción hasta llegar a la tubería cable. Allí la manga desprende un material, como puede ser polietileno o cualquier otro igualmente adaptable y resistente, para generar la tubería interna que permanecerá dentro de la tubería estropeada. Es un procedimiento para el que se requieren conocimientos avanzados y medios técnicos especializados.
Cuál es el precio por el encamisado de cañerías
Según Cronoshare, portal web especializado en precios de servicios, el precio de encamisar las tuberías para repararlas sin necesidad de realizar obras se encuentra entre los 50 y los 650 euros, siendo la cantidad más habitual los 200 euros. Al final, todo depende del grado de dificultad que represente cada desafío, además, por supuesto, de la política de tarifas de cada empresa pocera.