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Todo está perfecto en el momento en el que se termina una construcción. Los materiales son nuevos y sus propiedades se encuentran al máximo nivel. Sin embargo, y conforme transcurren los años, los materiales comienzan a perder propiedades a causa del envejecimiento y el deterioro provocado por otros agentes ambientales. ¿Significa eso que haya que derribar la construcción para comenzar de nuevo? La respuesta es que no: existen procedimientos que permiten reforzar la resistencia de dichos materiales. Como el encamisado.

Concepto de encamisado en construcciones

Ahora es cuando estás preguntándote aquello de qué es un encamisado en construcción. ¿Verdad? Pues se trata de un procedimiento de revestimiento con una capa continua de las paredes interiores de un conducto con la intención de reforzar su resistencia. Es decir, se usa un material nuevo para envolver el viejo material y conferirle así unas mejores propiedades estructurales. De esa manera soportará mejor circunstancias adversas de compresión, flexión o torsión. Es muy habitual en las columnas de los edificios y en las tuberías.

Tipos de este método

Básicamente podemos diferenciar entre dos grandes variedades de encamisado de construcciones. Por un lado, aquel que se aplica sobre elementos estructurales tan importantes para la seguridad del edificio como las columnas o las vigas. Aquí el refuerzo es indispensable para garantizar que el inmueble resiste sin problemas a los desafíos del ambiente. Por otro lado, aquel que se aplica sobre las tuberías presentes en la red de saneamiento de aguas residuales o en la red de abastecimiento de aguas potables.

Ventajas del encamisado en obras

El encamisado ofrece muchas ventajas, la primera de las cuales tiene que ver con la funcionalidad del elemento que se encamisa, como ya habrás imaginado. Al fin y al cabo, con este procedimiento se dota a dicho elemento de mejores condiciones de resistencia y soporte, lo que contribuye a la salud de todo el edificio. Además, los diferentes tipos de encamisado tienen algo en común: son procedimientos que no requieren grandes esfuerzos materiales. Los encamisados suelen realizarse muy eficientemente en la actualidad.

Cómo se realiza un encamisado en una obra

Depende obviamente del tipo de encamisado. En el caso del encamisado de tuberías de la red de saneamiento de aguas residuales o de la red de abastecimiento de agua potable, el área en el que somos especialistas en nuestra empresa, el encamisado se produce mediante la introducción de una manga en la zona de la tubería. Una manga con resina epoxi o materiales de propiedades similares que se solidifican para crear una nueva tubería sobre la tubería vieja dañada. A partir de ahí, la nueva tubería actúa como refuerzo.

Por qué es necesario que lo haga un profesional

Porque es un procedimiento muy especializado. De hecho, se requieren medios técnicos muy avanzados para poder llevarlo a cabo. Pero, a pesar de ello, merece mucho la pena. Piensa que el encamisado no requiere de la apertura de zanjas en el suelo para llegar hasta la tubería en cuestión, lo que supone un enorme ahorro en esfuerzo, en tiempo, en dinero y en molestias. Tanto es así que el encamisado o revestimiento con manga se ha convertido en una de las alternativas principales a las roturas de tuberías.

Cómo reforzar una columna o viga

En el caso de las columnas o de las vigas de los edificios, el procedimiento de encamisado en obras es tan sencillo como el vertido controlado y estratégico del material de refuerzo alrededor de la la columna o viga en cuestión. De esa manera aumenta la sección total que soporta el peso del propio edificio.